Defensora pública con los servicios de defensa del condado de Nueva York (actualmente en excedencia no pagada)

Soy una defensora pública de larga data. Empecé en la Sociedad de Asistencia Legal en la oficina de defensa penal de Manhattan. Después de tres años, comencé a trabajar con los servicios de defensa del condado de Nueva York (NYCDS), donde he estado desde 2015.

PS 62 en Richmond Hill, JHS 210 en Woodhaven y secundaria San Francisco en Fresh Meadows. Licenciatura en criminología, derecho y justicia de Penn State, y un doctorado en derecho de la Escuela de Leyes de Nueva York.

Voluntaria de la campaña Obama for America; miembro de Amplify Her; voluntario de Know Your Rights (Conozca sus derechos); voluntaria de la liga deportiva de LGBTQIA+; trabajos de interés público en diferentes áreas, como VAWA (violencia contra las mujeres), la asistencia con visas tipo U y el apoyo a los beneficios de vivienda y de gobierno.

A lo largo de la facultad de derecho, hice una serie de pasantías y prácticas externas con organizaciones de interés público. En CONNECT, Inc. ayudé a las sobrevivientes indocumentadas de violencia doméstica a pedir ayuda de VAWA (violencia contra las mujeres) y pedir visas tipo U con el objetivo de regular su estatus migratorio. En Lenox Hill Neighborhood House, ayudé a ingresar clientes además de proporcionar asistencia con diversos programas de vivienda, salud y beneficios. En una de las oficinas civiles de asistencia legal, mis responsabilidades eran enormes. Actualicé un manual de representación legal propia que dábamos a la gente que, por desgracia, no podíamos atender por falta de recursos. Me encargué de mis casos, representando a clientes en las audiencias por asuntos de seguridad social y discapacidad (SSI/SSD) ante jueces de derecho administrativo, para devolverles los beneficios gubernamentales, y recurrí las decisiones desfavorables e injustas. Pasé un semestre en la oficina del fiscal de distrito de Queens realizando investigaciones, escribiendo peticiones legales, observando las cortes y estudiando el ambiente tanto en la oficina del fiscal de Queens como en el sistema judicial del condado de Queens.

Me postulo como fiscal del condado de Queens porque me he comprometido a arreglar nuestro sistema de justicia, y necesitamos la perspectiva de una defensora pública en esta oficina. Creo que los fiscales de distrito deben entender de manera innata el trauma generacional y los sistemas históricos de opresión que han sido promulgados de manera desproporcionada en las comunidades negras y marrones, de LGBTQIA+, de inmigrantes, de personas con bajos ingresos y de todas aquellas comunidades privadas de sus derechos. Yo no creo en el cambio incremental. No podemos tener políticas bien intencionadas pero irrelevantes con sesgos en contra de ciertas poblaciones y clases. Esto es peligroso porque muchos creen erróneamente que nuestro sistema se ha vuelto más equitativo y justo, cuando en realidad no es así. Sólo podemos tener éxito con una reforma innovadora y de amplio alcance. Quiero garantizar que Queens sea el hogar de la fiscal más progresista y justa del país, y creo que soy la persona más indicada para reformar este cargo.